Transmetro, Trébol-18 calle, en el ipod suena suave “take five”
de Miles Davies. Espero en la fila, la señora de al lado me mira con
enfado o con asco, su gesto se puede confundir muy fácilmente. El
calor es intenso, la gente suda, los discos piratas intentan una
sonrisa; una cadencia de sensaciones, el caos.
Fuera de mi burbuja musical la ciudad se calcina, desaparece
aplastada por el vehemente calor. La señora de al lado no deja de
mirarme con ese gesto de desprecio. Entonces imagino que la señora
de al lado baila un vals entre la gente desinteresada que ni la
voltea a ver, el pelo grasoso suelta una leve caspa nublando el
entorno, la señora de al lado mientras baila se derrite como vela de
San Simón. Le subo a la música, entrecierro los ojos y sonrio
satisfecho.