Era solo una balada
caminata
de besos y caricias…
de ropa
cayendo y cuerpos viéndose.
Sonidos leves recordando
que
no estamos
que
no nos pensamos
que
no somos.
La tarde sin sol
sin
nubes
sin
nosotros…
Y en aquella noche nos despedimos
un
abrazo para calentar
silenciosos
pasos separándose,
éramos
cualquiera diciendo un adiós.