Los perros que juegan a correr
debajo de las cornisas/ sorteando a los infelices sin esperanza/ que no se
mueven y esperan que deje de llover/ siguen su paso/ buscando lugares secos
para echarse/ pelaje húmedo de aromas fétidos/
otros tan parecidos perros/ jugando a limpiarse/ agradeciendo la limpia
gratuita/ ocultando sus cartones/ hoy no buscan que tomar/ refluye basura a los
tragantes/ agua estancada cuna de malditos insectos/ larvas que se retuercen/
para crearse voraces de sangre/ zumbido agobiante nocturno/ solo las hembras se
alimentan de sangre/ machos voraces de sexo/ todos ellos dependen de la
cantidad de sangre/ insectos diminutos/ cual gusano que madura/ gusano larva
que se cría en el agua estancada/ agua que no fluye muere/ como ideas que
duermen apestan/ el agua no es como el fuego que lo deshace todo/ el agua es
cuna de vida/ la humedad todo lo desmorona/ la humedad nos desintegra/ el moho
que nos habita nos enferma/ nos deshace a pocos/ lentamente el hongo pica/ el
hongo nos apesta/ irrita como la picadura de esos malditos insectos femeninos/
buscadores de feromonas/ nos ahoga el vapor de la lluvia de medio día/ la peste
del vapor del pavimento/ el agua de a pocos se lleva todo/ quizá al verla se
lleve algo/ al tragante lejos de la existencia.
1 comentario:
El estilo es indiscutible. El elemento agua haciéndose presente de nuevo, me gusta esa forma de contraponer el agua como cuna de vida y también como el origen de lo que mata por dentro. La dualidad del ser y del no ser. Soy como la sarna, que chinga y chinga con las tildes que deben ir en algunas palabras y así ausentes se tragan su fuerza. Bien!
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