La cosa empezó bastante bien: iba vagando por la ciudad, el sol brillaba y había mucha gente por aquí y por allá. Como me pasa casi siempre, las ciudades que veo son bien intrincadas, con calles asfaltadas, casas, parques y edificios mezclados sin un orden aparente. Un caos donde puedo tomar un callejón que me lleva a unas gradas que suben serpenteando hasta la cima de una colina donde se abre ante mis ojos el paisaje de un parque. Todos están contentos, juegan, ríen y cantan, sí, cantan, como en las películas donde de la nada alguien dice “me acabo de inventar una canción” y casualmente todos se saben la letra, la música y la coreografía. No recuerdo bien la letra pero la esencia era algo así como:
"Estamos muy alegres
estamos muy contentos
jugamos todo el día
que viva la alegría"
Yo estaba contagiado de esa felicidad, me encantan estos lugares. Sí, es algo extraño que todos muestren tanta felicidad, es algo así como si estuviera en Disneylandia, solo que no veo juegos mecánicos. Por lo demás, la arquitectura del lugar me hace pensar como si estuviera en un parque temático.
“Estamos muy alegres”
Todos están muy coordinados. Me pregunto si no se quemarán de estar todo el día bajo el sol, si tienen algún trabajo o algo que hacer aparte de estar afuera disfrutando y siendo felices. Asumo que toda vez no le hagan daño a nadie no debería importarme.
“Estamos muy contentos”
Voy bajando un graderío y paso por calles cada vez más estrechas, la gente baila y canta como si fuera un musical de Broadway, salen de sus carros, se suben a los techos y siguen, pienso que está bien, yo también voy medio bailando y cantando.
“jugamos todo el día”
Llego a un lugar que es más un corredor de un par de metros de ancho, al pasar el corredor veo algo así como un restaurante, en este lugar también hay una multitud, pero todos están ordenados, parece ser una cafetería.
“Que viva la alegría”
Algo me dice que he llegado a mi destino, hay una fila de personas esperando a que les sirvan, alguien atrás del mostrador mete un cucharón en una olla enorme y saca un bodoque de una masa humeante que pone en el plato de la persona, en eso empiezo a sentir una inquietud, en mi mente todo esto parece una película gringa doblada al español, así que le cambio al inglés y pienso para mí mismo:
What the fuck is going on?
Es mi turno, sostengo un plato en mis manos, la gente sigue cantando, pero ahora que pongo más atención, no están moviéndose libremente, están más bien repitiendo el mismo movimiento una y otra vez, yo mismo estoy parado en el mismo sitio y parece que no me estoy moviendo, repito el mismo movimiento de vaivén. La tonada sigue con el mismo ritmo guapachoso pero ahora todos estamos diciendo al unísono:
What the fuck is going on?
Hay un tipo que por casualidad quedó a poca distancia, lo veo tratando de entender qué está pasando, en sus ojos veo reflejada cierta angustia, sigue cantando, pero su sonrisa tiene un rictus que me hace pensar que es forzada, está cantando entre dientes y parece que entre cada respiración quisiera decirme algo mientras canta:
What the fuck is going on?
Entonces entiendo con horror que todos estamos condenados a seguir esta rutina para siempre, hasta aquí llegamos, vamos a fingir que somos felices, a continuar la misma acción una y otra y otra vez por toda la eternidad aunque por dentro tengamos deseos de morir. ¿Podemos morir siquiera? ¿Acaso ya estoy muerto? No hay salida, estamos alineados, todos seguimos cantando. Me acordé de Sísifo, de Damocles, de Prometeo.
¿Dónde estoy?
What the fuck is going on?
What the fuck is going on?
What the fuck is going on?